La luz azul es un tipo de luz presente en la luz natural y en las luces artificiales que utilizamos todos los días. Si bien la luz azul es esencial para regular nuestro ciclo de sueño-vigilia y mejorar nuestro estado de ánimo, la exposición excesiva a ciertos tipos de luz azul puede ser perjudicial para nuestra salud. En este artículo, exploraremos los tipos de luz azul y cómo afectan a los humanos.

Hay dos tipos principales de luz azul: la luz azul-violeta y la luz azul-turquesa. La luz azul-violeta es el tipo de luz azul más dañino para nuestra salud. Esta luz tiene una longitud de onda corta y alta energía, y puede penetrar profundamente en nuestros ojos hasta la retina. La exposición excesiva a esta luz puede dañar las células de la retina y aumentar el riesgo de enfermedades oculares como la degeneración macular (en el peor de los casos), actualmente dicha enfermedad esta estrechamente relacionada con la edad.

Por otro lado, la luz azul-turquesa es menos dañina para nuestra salud que la luz azul-violeta. Esta luz tiene una longitud de onda más larga y baja energía. Aunque la exposición a la luz azul-turquesa no es tan perjudicial para nuestra salud como la luz azul-violeta, puede contribuir a la fatiga visual y a otros problemas relacionados con la exposición prolongada a pantallas.

Si te preguntas: A cual de los 2 tipos de luz azul están expuestos los niños cuando están frente a una pantalla? La respuesta es: a ambos. Las pantallas de alta definición pueden alcanzar picos de energía que se acercan más a la luz azul violeta que a la azul turquesa.

Además de afectar nuestra salud ocular, la exposición excesiva a ciertos tipos de luz azul también puede afectar nuestra salud en general. La exposición a la luz azul-violeta puede alterar nuestro ciclo de sueño-vigilia y afectar la calidad del sueño. Esto se debe a que la luz azul-violeta suprime la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. La exposición prolongada a la luz azul-turquesa se cree que puede contribuir al desarrollo de problemas cognitivos más serios como el TDAH.

En resumen, la exposición a ciertos tipos de luz azul puede afectar nuestra salud de diversas maneras. La luz azul-violeta es el tipo de luz azul más perjudicial para nuestra salud ocular, mientras que la exposición prolongada a la luz azul-turquesa puede afectar nuestra salud en general.